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Municipalidades de Costa Rica luchan contra el cambio climático
Costa Rica se propuso el reto de descarbonizar su economía, para lo cual el sector transporte representa un desafío fundamental, seguido por el sector de residuos sólidos. Como muestran los inventarios de gases de efecto invernadero (GEI) realizados en los municipios de San José, Desamparados, Belén, La Unión, Monteverde y Golfito, ambas actividades son las principales fuentes de GEI en las seis municipalidades.
Actualmente, 12 municipios toman medidas y dan pasos importantes para implementar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático, con el fin de convertirse en ciudades sostenibles y transitables. Tienen la ambiciosa meta de disminuir sus emisiones de carbono, como es el caso del cantón de Golfito, que aspira a reducir118.000 toneladas de CO2 equivalente.
“Buscamos conformar carreteras completas con aceras y ciclovías, reestructurar tanto el transporte público como el privado, fomentar el uso del carro compartido y la bicicleta y promover el caminar por las calles para migrar del uso de vehículo hacia una mayor consciencia ambiental”, comentó Juliana Madrigal, ingeniera ambiental de la Municipalidad de Golfito.
Con esta realidad, la Dirección de Cambio Climático (DCC) del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), mediante la categoría “Cantonal” del Programa País Carbono Neutralidad 2.0 (PPNCN 2.0) trabaja en la oficialización de los procesos relacionados con el reporte de inventarios de GEI y la aplicación de la Norma Nacional de Carbono Neutralidad.
“A partir de esta consigna y del interés y entusiasmo de los municipios, estamos trabajando junto con la academia, las ONGs y la cooperación internacional en el diseño de herramientas que faciliten el involucramiento de las municipalidades en acciones para contribuir con los compromisos país (NDC, por sus siglas en inglés) adoptados en el marco del Acuerdo de París. El PPNCN 2.0 es una de estas herramientas”, expresó Andrea Meza, directora de la DCC.
Sectores prioritarios para la mitigación
Un proyecto piloto entre la DCC, la Cooperación alemana GIZ y el Centro para la Sostenibilidad Urbana (CPSU) incentivó a las municipalidades a alcanzar la carbono neutralidad en el marco del PPCNC 2.0. El piloto ofreció apoyo técnico y metodológico durante el 2018 a los cantones de San José, Belén, Desamparados, La Unión, Monteverde y Golfito en el proceso de determinación de sus fuentes de emisión, la medición de sus inventarios de GEI y el desarrollo de un plan de acción para la implementación de posibles acciones de mitigación.
En San José, Desamparados y La Unión más de la mitad de las emisiones de GEI son generadas por el sector transporte. En Belén, la mayor fuente de emisiones es la energía estacionaria; es decir, la energía producida por la quema de combustibles fósiles (gas LPG, gasolina, diésel, bunker u otros) en el uso de cocinas, hornos, calderas u otro tipo de instalaciones. En Desamparados y Golfito, es el sector de residuos. En Monteverde, los sectores transporte, ganadero y el uso de fertilizantes en el sector agrícola tienen el mismo peso en el aporte de emisiones del distrito.
“Estamos trabajando en el trato de los residuos orgánicos y en programas con las industrias en la parte de refrigerantes para disminuir las emisiones de estos sectores. También estamos realizando estudios para hacer una ciclovía porque la comunidad lo está pidiendo y lo sienten como una necesidad”, señaló Thais Zumbado Ramírez, vicealcaldesa de Belén.
Intercambio de experiencias a nivel internacional
Como parte del fortalecimiento a los gobiernos locales, se realizó una gira de intercambio de experiencias con municipios alemanes y españoles en octubre 2018. Las seis municipalidades del piloto, más Alajuela, Liberia, Talamanca, Montes de Oca, Curridabat y Cartago, que cooperan con la DCC en proyectos del Fondo de Adaptación, conocieron una amplia gama de proyectos climáticos en Europa y adquirieron nuevos conocimientos, principalmente en la movilidad activa y eléctrica y el manejo de residuos. La gira fue organizada por la GIZ y la Cooperación Española AECID.
Entre los proyectos de transporte sostenible conocieron las “Zonas de Bajas Emisiones” en Madrid, España, que restringen el acceso al centro de la ciudad a los vehículos más contaminantes. Mediante permisos de acceso, estacionamiento y detención exclusivos, se incentiva a hacer el cambio a vehículos menos contaminantes. En una zona costera en Barcelona se mostró el manejo sostenible de áreas marítimas con la movilidad como elemento integrador.
La movilidad no motorizada se fomenta, entre otros, con estaciones de alquiler de bicicletas. En Sevilla se optimiza el servicio continuamente mediante el monitoreo de la frecuencia de paso de las bicicletas, puntos de estacionamiento y aparcamiento. La “Academia de la Bicicleta” del Centro de Innovación para la Movilidad y el Cambio Social de Berlín, Alemania, analiza ideas de cómo integrar ciclovías en la planificación de la movilidad urbana, particularmente en intersecciones y cruces con mayor tránsito.
Para Marcel Soler, alcalde de Montes de Oca, es necesario motivar el cambio a sistemas de movilidad modernos: “reconocemos la importancia de ofrecer incentivos a las personas para impulsar el cambio. Hemos iniciado con una serie de esfuerzos incipientes para mejorar la infraestructura, desarrollar sistemas de bicis públicas, integrar diferentes medios de transporte y generar una intermodalidad, así como instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos.”
Otro sector prioritario es el de residuos. En Mannheim, Alemania, la delegación conoció un proyecto para optimizar la planificación de las rutas de recolección de basura: sensores en los basureros indican si están llenos para evitar viajes de recolección innecesarios. En visitas al relleno sanitario y a una planta de transferencia de residuos sólidos valorizables en Barcelona, España, conocieron, además, soluciones para mejorar la separación, el reciclaje y el tratamiento de residuos.
Por su parte, Katherine Quirós, profesional en gestión ambiental de la Municipalidad de La Unión, destacó la importancia del trabajo de comunicación para lograr un impacto ambiental en los cantones y resaltó que “se les debe preguntar a los ciudadanos qué quieren antes de construir, no olvidar planear para la gente y plantearnos la pregunta de en qué tipo de ciudad queremos vivir”.
Próximos pasos hacia la descarbonización
Las 12 municipalidades actualmente identifican acciones prioritarias por implementar, las cuales podrán ser apoyadas por el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL) y la cooperación internacional. Se están elaborando estudios de factibilidad para algunos de los proyectos, derivados de los planes de acción de los municipios del piloto con la GIZ y la DCC.
“En la GIZ estamos comprometidos a apoyar al gobierno de Costa Rica en la descarbonización y a promover a los municipios como generadores de desarrollo sostenible. Por ello hemos estado apoyando esta iniciativa, brindando asistencia técnica y acompañamiento al proceso de capacitación, levantamiento de inventarios y desarrollo de acciones y proyectos de cambio climático”, dijo Sandra Spies, directora de proyecto en la GIZ.
Con el apoyo de la GIZ se están desarrollando módulos didácticos virtuales para enseñar a aplicar la herramienta del PPCNC 2.0, con el fin de elaborar inventarios de GEI y establecer acciones de mitigación a nivel municipal para que todos los gobiernos locales puedan realizar sus propios inventarios. Mediante guías adicionales en los sectores de refrigerantes y aires acondicionados, agricultura, silvicultura y usos del suelo, se espera difundir buenas prácticas y portafolios de acciones de mitigación. Una guía de financiamiento ayudará a reconocer formas de movilización de recursos financieros hacia el cambio climático; por ejemplo, mediante la gestión del presupuesto municipal.