Calentamiento global, cambio climático y energía
El 2016 fue el año más cálido desde 1880, superando en 0,2 grados Celsius (°C) al 2015, el cual ya había roto un récord anterior como el año más caliente de la historia reciente.
Los datos los dio a conocer el programa Copérnico de la Unión Europea (C3S), un complejo sistema de monitoreo que incluye estaciones terrestres y satélites, a inicios del 2017.
Según C3S, la temperatura mundial alcanzó su punto más alto en febrero del 2016 cuando superó en 1,5 °C a la temperatura registrada al inicio de la Revolución Industrial.
Pero, lo cierto, es que la temperatura viene incrementándose desde 1975. La atmósfera aún lidia con las primeras emisiones de gases efecto invernadero (GEI) que fueron liberados durante la industrialización, ya que el dióxido de carbono (CO₂) -uno de estos gases- tiene una permanencia de 500 años en la atmósfera.
De seguir este ritmo, todo parece indicar que a finales del siglo XXI, la temperatura media se incrementará 1,5 °C. La meta sería no llegar a los 2 °C (aunque la ambición es no alcanzar ni siquiera los 1,5 °C), ya que la vida, tal como la conocemos actualmente, sería insostenible
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