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Programa de corredores biológicos busca una mayor efectividad para conservar la biodiversidad costarricense
Tener un cuarto del territorio en áreas silvestres protegidas, como sucede en Costa Rica, no garantiza necesariamente una conservación efectiva de la biodiversidad. La implementación a partir de este año del Programa Nacional de Corredores Biológicos busca lograrlo al fortalecer la conectividad entre las áreas silvestres ya existentes, junto a la participación activa de las comunidades locales en el desarrollo de negocios verdes.
El pasado 28 de mayo se dieron a conocer en San José los detalles de ejecución del programa, una iniciativa conjunta del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y la Agencia Alemana de Cooperación para el Desarrollo (GIZ), en el marco de la Estrategia Nacional de Biodiversidad.
El programa de ejecución se extenderá hasta el 2020 y cuenta con un fondo de 6 millones de euros aportados por el Ministerio Federal de Ambiente, Protección de la Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear de Alemania y su fondo “International Climate Initiative (ICI)”.
Del Programa Nacional de Corredores Biológicos forman parte 36 corredores que representan el 32% de territorio nacional y de los cuales 29 tienen un consejo intersectorial local oficializado, integrado por instituciones del Estado, gobiernos locales, ONG, instituciones académicas, empresa privada y otros actores de la sociedad civil.
La ejecución del programa contempla 15 estrategias nuevas de conectividad para la ampliación de corredores existentes o la creación de nuevos, que involucran 237.000 hectáreas, lo que aumentaría el área de corredores del 32% al 37% del territorio nacional.
Los 36 corredores actuales son el resultado de estudios científicos que determinaron un total de 128 rutas de conectividad en al país y que priorizaron aquellas con alto valor para el intercambio genético y la conservación de muestras representativas de la biodiversidad, así como para la producción amigable con el ambiente, el desarrollo de negocios verdes y el intercambio cultural.
Los corredores son espacios geográficos destinados al uso humano, ya sean terrenos urbanos o rurales, que sirven de conexión entre dos áreas importantes de biodiversidad para permitir el intercambio genético entre ambos lugares y lograr que esa diversidad biológica se mantenga en el futuro.
De acuerdo con Mario Coto, Gerente de Ordenamiento Territorial y Cuencas Hidrográficas del SINAC, los corredores también aportan grandemente a la mitigación del cambio climático ya que con 829.838 ha representan el 31% del total de la cobertura forestal del país, la cual abarca el 52,38% del territorio nacional.
Para Michael Schloenvoigt de GIZ, la iniciativa busca que al menos 15 corredores biológicos logren la sostenibilidad, incluyan medidas de adaptación al cambio climático y se constituyan en experiencias replicables. “El fin último es mejorar la gestión integral del territorio empleando tecnologías innovadoras, comunicación, diálogo y gobernanza. La biodiversidad es la base para cualquier desarrollo y servicios como el agua representan un factor clave para toda sociedad”, afirmó.