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La eficiencia energética debe dejar de ser la cenicienta de la acción climática

Una gran mayoría de los países hablan sobre energía en sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés), las cuales dan sustento al Acuerdo de París.
De las NDC referentes a energía, la mayoría mencionan la transición hacia fuentes energéticas renovables como la gran meta. No obstante, la eficiencia energética no parece gozar de la misma prominencia, a pesar de formar parte de la misma triada impulsada por Naciones Unidas en su séptimo Objetivo de Desarrollo Sostenible: universalización del acceso, eficiencia energética e incremento de fuentes renovables y limpias.
“La eficiencia energética es la cenicienta que siempre dejamos relegada en la conversación climática. Es un tema poco abordado en las NDC y es un tema con gran potencial cuando se habla de transición energética tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo”, comentó Rachel Kyte, quien es la Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas y directora ejecutiva de Energía Sostenible para Todos (SEforAll, por sus siglas en inglés).
“La eficiencia es el primer paso en la revolución energética y creemos que es posible incrementar la ambición en este tema para cualquier país”, agregó Kyte.
Al respecto, LatinClima conversó con Kyte en el marco de la Global Climate Action Summit (GCAS), que tuvo lugar el 13 y 14 de setiembre en la ciudad de San Francisco (EE.UU.). Este es un extracto de esa conversación:
En América Latina, cuando miramos el porcentaje de renovables en nuestras matrices eléctricas, pues estamos bastante bien en comparación con otros países de Europa, Estados Unidos o Asia. Sin embargo, tenemos pérdidas de energía del 14,9% a través de las líneas de transmisión cuando, en el mundo, el promedio es de 8,1%. ¿Qué nos dice esa relación entre renovables y eficiencia?
No hay ningún país en el planeta que optimice su eficiencia energética. Es increíble que esto sea así porque ahorrar energía sale más barato que generarla de cero. Sin embargo, el foco ha estado en la generación y no se le ha dado la suficiente importancia a la eficiencia.
”La eficiencia es esencial porque podría evitar el 40% de las emisiones en la transición energética y está relacionada con calidad. Ahora sabemos cuan mala es la calidad energética en todo el mundo y eso nos indica que necesitamos más eficiencia desde un punto de vista de salud.
”Cuanto más eficientes sean los sistemas, los edificios, los electrodomésticos, los carros… más accesibles serán los servicios de energía para todas las personas. Vivimos en un mundo donde aún existen personas que no tienen acceso a electricidad fiable, asequible y limpia.
”Conforme el planeta se vaya calentando, las personas van a necesitar sistemas de refrigeración más eficientes para preservar alimentos y medicinas, así como aire acondicionado para evitar golpes de calor.
”Sabemos que cuando los países hacen de la eficiencia una prioridad y promueven metas en este tema mediante todo el engranaje gubernamental de salud y transporte, pueden alcanzar una buena calidad de vida para sus habitantes en pocos años.
”En resumen, la eficiencia es algo que cualquiera puede hacer, es más barata que generar energía de cero y es buena para el clima, pero también es sustancial para nuestra salud”.
En América Latina ha existido una tendencia a los grandes proyectos energéticos. Desde el punto de vista de la eficiencia, ¿no sería mejor apostar por proyectos más modestos dirigidos a poblaciones determinadas que eviten la pérdida de energía por transmisión?
Hay grandes proyectos que son necesarios, lo que se necesitan son redes energéticas que sean inteligentes, más digitalizadas. Pero, más allá de estas redes y en aquellos lugares donde no puedan llegar, la solución son proyectos descentralizados que apuesten a energía limpia y esto puede complementar a la red y hacer que los sistemas eléctricos sean más resilientes para que, cuando la tormenta llegue, estos sistemas puedan responder de manera más rápida.
”Asimismo, creo que en el pasado la mentalidad de las organizaciones y ministerios de energía era que cuanto más grande era mejor. Lo que estamos viendo ahora con los avances tecnológicos en energías renovables, los mecanismos de distribución y el tema de almacenamiento es que no todo puede ser confiado a la red.
”Estamos observando modelos de negocios en el tema de energía que están asentándose en sistemas descentralizados. No solo se trata de proyectos pequeños, tipo boutique, sino que están teniendo una participación importante en los sistemas energéticos.
”Los sistemas energéticos del futuro van a ser descentralizados, descarbonizados, digitalizados y su efectividad será democratizada”.
¿Cuál es la relación entre eficiencia energética, equidad y acceso universal?
Esta es una pregunta muy importante, porque aún tenemos un gran porcentaje de personas que aún no tienen acceso a energía. Entre 2.000 y 3.000 millones de personas en el mundo aún no tienen acceso a electricidad fiable y unas 1.500 personas no pueden cocinar de forma limpia porque carecen de las fuentes energéticas adecuadas.
”Los avances en eficiencia energética y fuentes renovables nos permitirán balancear la electricidad que necesitamos con nuestras aspiraciones en términos de refrigeración, aire acondicionado, iluminación… Si verdaderamente promovemos la eficiencia en todo lo que hacemos, podremos suplir de energía fiable y limpia a todas las personas de forma más barata y más rápida”.
*LatinClima estuvo en San Francisco (EE. UU.) cubriendo la Global Climate Action Summit como fellow del 2018 Climate Change Media Partnership, gracias al apoyo de The Stanley Foundation y Earth Journalism Network.